Llevo años aburrido, escuchando
como la Historia de Medina, la oficial, si es que se puede llamar así, se
limita a la historia del Señorío de los Velasco y poco más. Parece como si Medina hubiese nacido cuando
se concedió en señorío al primer Pedro. Llega a su punto de madurez con la
concesión de los títulos de Condestables de Castilla y Duques de Frías. A
partir del siglo XVII empieza su decaimiento al perder los favores del monarca
de turno. Y acontece su muerte en el siglo XIX cuando la nobleza pierde sus
privilegios y a los señoritos se les recomienda trabajar como a todo hijo de
vecino. Es en este siglo XIX cuando la historia de Medina se aboca a un túnel
negro en el que parece que no vivieron personas, ni acontecieron hechos. Sin
tanta épica, sin tanta gloría y riquezas para unos pocos y miseria para el
resto, Medina de Pomar pueblo, villa o ciudad, siempre existió.
Medina de Pomar y las Merindades nunca fueron
ajenas a los hechos históricos, políticos y sociales que acontecieron en España
durante el siglo XIX (En algún momento me he referido a la Batalla de Espinosa,
dentro de la Guerra de la Independencia, y a otros hechos acontecidos durante
la I y III Guerras Carlistas).
La Historia de España. durante el siglo
citado, es intensa en hechos históricos, convulsa en lo político, desarrollista
en lo social y sanguinaria y cruel en lo humano, como casi siempre.
Inmersos en un conflicto internacional frente
al imperialismo francés, denominado en España Guerra de la Independencia
(1808-1814), a su final parece que no tuvieron suficiente y hubieron de
sufrir tres Guerras Civiles (1833-40, 1846-49, 1872-76), las denominadas
Guerras Carlistas. Durante cien años pasaron por períodos de monarquía absoluta,
liberal y moderada sucesivamente. A la Constitución de 1812, la siguieron la
de 1837 y 1869. A un golpista de una
tendencia le sucedía un golpista de tendencia contraria. Incluso importaron un
rey del extranjero en 1870, Amadeo de Saboya, que a los dos años se volvió a su
país aburrido de aguantarnos. Puestos a probar de todo, constituyeron la I
República Española a la que no dejaron ni ponerse de pié, sólo gateó
(1873-1874). Como queda acreditado, repasando la Historia de España, los
traidores, los canallas, los ególatras, los iluminados, en fin, los enemigos,
no fue preciso salir a buscarles al exterior porque siempre estuvieron, y por
desgracia aún suelen estar, dentro.
En lo referente al desarrollo social, fue
el siglo en que en España se intentó hacer frente a un analfabetismo aplastante
mediante la Instrucción Pública. Los médicos empezaron a hablar de la Higiene
Pública como media de prevención de enfermedades. En las capitales, ciudades y
villas de cierta entidad se realizaron instalaciones de agua, desagües, control
de plagas, basuras, etc. Desapareció el Tribunal del Santo Oficio de la (bárbara)
Inquisición y el Gobierno amortizó bienes en poder de las manos muertas
(órdenes religiosas y algunos nobles). Parece que por fin el pueblo comenzó tímidamente
a ser sujeto activo de su propia historia y que los asuntos públicos fueron tan
importantes como los privilegios de la monarquía, la nobleza y el clero.
Fue el siglo de la electricidad, las
comunicaciones y de las telecomunicaciones, sobre todo en la segunda mitad. A
su finalización, gran parte de los trazados de ferrocarril actualmente
existentes estaban hechos o en construcción. Desplegaron la implantación del
telégrafo y la telefonía. Arreglaron los viejos caminos carreteros para las nuevas
diligencias y necesidades de transporte de la industria y el comercio.
Dado que este trabajo está construido
sobre los escritos del siglo XIX encontrados en algunos libros y la prensa, me
parece imprescindible hablar de estas fuentes de información, o al menos de
esta última por novedosa. El desarrollo de la prensa escrita en España durante
este siglo fue espectacular en medios y tiradas. Consta en la historia de la
misma que a períodos de represión y censura, en un intento por controlar la
información, siguieron otros que califican de explosión, más en la segunda
mitad del siglo. Como sucede hoy en día, hubo una prensa que calificaremos como
Informativa cuyo objeto era el beneficio económico (al respecto recordar que en
aquellos tiempos apenas existía la publicidad) y otra prensa que calificaremos
como Política, usada como correa de transmisión de ideología y en algún caso al
servicio de un partido concreto. El lector notará como en algunos casos citaré
noticias concretas y otras que fueron más bien escritos de opinión u otros.
Pretender describir como era la
sociedad medinesa en el siglo XIX es una quimera, sin duda alguna. Intentar
aproximarse a ella, mediante la documentación escrita del momento, se antoja
como solución más viable, asumiendo el riesgo de tomar la foto más borrosa, más
confusa, de realizar afirmaciones incorrectas o sesgadas; pido disculpas, si es
el caso.
APROXIMACIÓN A TRAVÉS DE LA PRENSA DEL MOMENTO
No encuentro mucha información a propósito
de Medina de Pomar y las Merindades en la Guerra de la Independencia, así que
lo dejaré para mejor ocasión. Respecto a las Guerras Carlistas en su día ya
dediqué un relato a la primera y otro a la tercera. Por lo que en esta ocasión
me centraré en el período entre ambas guerras y posguerra.
EL COMPONENTE RELIGIOSO
Puede que la introducción a este capítulo
haya sido un poco fuerte, razón por la que empezaré con una buena noticia.
Diario de Madrid, 14/06/1803:
“En Medina de Pomar, villa de la Provincia y Arzobispado de Burgos,
que tiene 350 vecinos, un convento de Religiosos Franciscos, y dos de Monjas, y
dista de esta ciudad 13 leguas, 4 de la de Frías, y 8 de la villa de Balmaseda, se va a
establecer una escuela pública para enseñanza de niñas con 2 Maestras, la una
para enseñarlas la Doctrina Cristiana, leer, escribir y contar, con asignación
de 8 rs. diarios, y la otra para hacerlo a hilar, coser, bordar, hacer
calcetas, medias, gorros y guantes, punto de red, encaxes, y demás labores
propias de su sexo, con dotación de 9rs. y además la mitad de las labores, que
se encarguen a la escuela por comunidad. Ambas tendrán de valde habitación en
la casa destinada para escuela. Las
pretendientes pueden dirigirse en esta corte a los Sres. Varanda e hijo, del
comercio, calle Imperial, y en dicha villa a D. Ramón Saravia Villota,
Presbítero, hijo de la actual Patrona, quien con los Sres. Rector del Cabildo
Eclesiástico, Alcalde por el estado noble, y Prepósito de la Congregación de S.
Felipe de Neri de la misma, ha de hacer la elección”.
Que se promoviese la instrucción pública
es una buena noticia, sin duda, pero lo que no me gusta es la discriminación.
No me refiero a las niñas, pues ya conocíamos la discriminación por géneros,
sino a las maestras. ¿Por qué la maestra que enseña a leer, escribir y contar
gana 1 real menos al día que la que enseña a hacer calceta? Ahora en serio, ya
tenemos un primer rasgo de Medina: la imbricación
sociedad-iglesia, trescientos cincuenta vecinos y por encima un clero muy
abundante.
Veamos otro ejemplo más cercano. La Esperanza, 29-12-1870:
“De
Medina de Pomar, provincia de Burgos, nos escriben dándonos cuenta del devoto
novenario y solemnísima función que las hijas de María celebraron en la iglesia
parroquial de aquella población el día 11 del corriente, a su excelsa Madre la
Inmaculada Concepción de María, a fin de que el Señor abrevie los días de
tribulación con que hoy aflige al Vicario de Jesucristo.
A las ocho celebro una
misa rezada el presbítero Sr. Baranda, distribuyendo la sagrada Eucaristia por
espacio de hora y media a la inmensa multitud que de todas las clases de la
sociedad se iba acercando a la sagrada mesa.
A las diez se celebró la
misa mayor con asistencia de un concurso tan inmenso, que apenas podía contener
las espaciosas naves de dicho templo; llegado el Evangelio, se dirigió a la
cátedra del Espíritu Santo el elocuente e ilustrado joven licenciado D. Antolín
Sainz Baranda, quien por espacio de una hora cautivó la atención de sus oyentes, y ensalzó las glorias de María
de tal manera, que el piadoso auditorio lloraba de gozo, concluyendo con un
llamamiento a todos católicos españoles a favor del Romano Pontífice, y
enjuagar de esta manera las lágrimas que hoy derrama en su prisión. Concluyo,
Sr. Director, diciendo que aún hay fe en Israel”.
CARLISTAS VERSUS LIBERALES
Sostengo la idea de que la sociedad
medinesa fue mayoritariamente carlista. En algún tiempo, sólo la existencia de
un destacamento militar, leal al Gobierno, consiguió que Medina de Pomar fuese
territorio gubernamental.
En 1834, iniciada la I Guerra
Carlista, nacía el diario El Eco del
Comercio de corte liberal; vamos a ver algunas noticias que lo avalan:
El
Eco del Comercio, 28-01-1840.
Ya sabrán ustedes que en el
distrito de Medina de Pomar han ganado las elecciones los cangrejos, pero a fuerza de diabluras ilegales, y comprando
escandalosamente los votos. Los progresistas han sido en minoría, pero firmes y
unidos. Por mi parte he hecho cuanto he podido hasta llegar a lograr votos de
los mismos carlinos. Sin embardo de este resultado hay noticias de que en
Villarcayo, Valdivielso y Mena hemos triunfado, y se espera igual éxito en
Miranda, Oña y otros puntos.
De
ideología contraria, en 1840 apareció El Católico, periódico religioso y
social, científico y literario, dedicado a todos los españoles, y con
especialidad al clero, amantes de la religión de sus mayores y de su patria
(sic). Veamos una noticia sobre Medina:
El Católico, 7-04-1841:
“ESPINOSA DE LOS MONTEROS
24 Marzo. A pesar y rabia del de los buenos principios, el fanatismo, o sea las
prácticas religiosas, cunde que es un gusto. Puedo asegurar a ustedes que en
este país en nada han disminuido, ni la frecuencia de sacramentos, ni la
asistencia al templo…
Si sus señorías se hubiesen
toma la molestia de esperar un poco a estampar en el papel una expresión tan
ridícula y se hubiesen acercado a los templos en los días de carnaval, estoy
persuadido se hubiesen abstenido de dar a luz tan peregrino pensamiento, y
mucho más si se hubiesen acercado en la primera Dominica de Cuaresma a la
parroquia de la Santa Cruz de la villa de Medina de Pomar, en la que sin
embargo de haberse celebrado cuatro o más misas antes de la conventual, fue
tanta la concurrencia a oír el sermón que se predicó, que puedo asegurar a
ustedes que no puede darse mayor atendido a su vecindario… “
Afirmó en su día Menéndez y Pelayo,
declarado católico, conservador y eminente estudioso de nuestra historia
reciente, que la Primera Guerra Carlista fue una Guerra de Religión. Coincido plenamente. No sólo por la participación
directa del clero en la misma, que fue impresionante, sino porque la pérdida de
poder de la Iglesia en el Estado fue un problema demorado, ya resuelto en otras
naciones europeas.
Sin duda el periodo transcurrido entre la
I y III Guerra Carlistas fue de un continuo enfrentamiento entre Liberales y
Carlistas. El 30-03-1840 encuentro
la siguiente noticia en La Tribuna:
“VILLARCAYO 18 de Marzo.-
La administración del crédito público de este partido se acaba de quitar a Don
Antonio Huidobro, sujeto de las mejores cualidades, como liberal y hombre de
probidad y de los más acaudalados del país, y se ha dado a don Bernabé
Revillas, exoficial de realistas, que ha trabajado mucho para que en la villa
de Medina de Pomar, su vecindad, no se haya formado la milicia nacional a pesar
de la ley y de las ordenes terminantes que con empeño y en diferentes épocas
han dado las autoridades, entre ellas el Subdelegado de fomento don Manuel de
la Ribaconra , y el mismo que es indudablemente la causa de que en dicha villa
de Medina hay mantenido y sostenga siempre el espíritu mas antiliberal que
darse puede, sabiéndose a demás de público y notorio que dicho señor se ha
aprovechado bastante bien de la posición en que le colocó cierto destino, pero
en recompensa ha servido con eficacia a los monárquicos en las últimas
elecciones”.
En 1857 D. Fernando Álvarez, natural de
Medina, de quien comentaremos en otro momento,
fue elegido diputado por los distritos de Burgos y Medina de Pomar en
representación del Partido Moderado, optando por el primero de los distritos. Fue
un pequeño paso pues el citado partido anduvo entre ambas ideologías e incluso acogió
algunos carlistas y parte del clero. Cuatro años más tarde perdió las
elecciones en el distrito de Medina que fueron favorables a Careaga.
Continuando con las desavenencias
ideológicas, La Iberia el 28-09-1870
publicaba:
“De Medina de Pomar
escriben a un colega participándole que existe en dicho pueblo un presbítero de
grandes dotes carlistas, el cual tiene por costumbre convertir la cátedra del
Espíritu Santo en tribuna de rebelión y oscurantismo, declamando contra las
instituciones que nos rigen y contra los hombres que hoy se hallan al frente de
los destinos de la patria.
Actos de esta naturaleza,
que con tanta frecuencia se repiten con escándalo de las personas sensatas, dan
una verdadera idea de la ilustración que alcanzan los partidarios del famoso
niño terso.
Llamamos la atención de las
autoridades correspondientes a fin de que cesen estos abusos incalificables”.
La
respuesta no se hizo esperar en La Esperanza, el 11-10-1870. Comienza negando
la acusación. Él da a Dios lo que es de Dios y al Cesar lo que es del Cesar.
Posteriormente solicita rectificación bajo amenaza con llevarles a los
tribunales. Y finalmente él solito demuestra que las acusaciones son ciertas:
“…Si con sus calumnias pretende V. desacreditar en nuestras personas
al clero católico porque predica la única Religión verdadera, no importa: vale
más ser despreciados que alabados por los que intentan introducirnos otra. Si
por esta se nos amenaza, venga el castigo; estamos más dispuestos a sufrirlo
que a dejar de predicar por la Religión católica apostólica romana, plantada
por la mano de un Dios-Hombre, regada y sellada con la sangre de millones de
mártires; que es la fuente de todo bien, el baluarte mas impugnable de esta mi
querida patria, sumida en el estado más vergonzoso a la faz de Europa, merced a
un puñado de ambiciosos, y la única tabla a que a de asirse, si quiere salvarse
del abismo social en que está sumergida. Tenga V. la bondad, Sr. Director, de
insertar el adjunto comunicado en su diario: en ello hará V. justicia, y
quedará agradecido su afectísimo y seguro servidor Q.S.M.B., Antolín Saenz de
Baranda, presbítero”.
Es preciso tener en cuenta que acogiéndose
al adjetivo de “liberales” había ideologías y partidos que iban desde la
derecha más conservadora hasta la izquierda. Los republicanos, más o menos moderados,
tenían como medio de propagación ideológico el periódico El País. A su izquierda podemos situar al semanario El
Motín, republicano, anticlerical, siempre sarcástico e irónico y a veces con
tendencia anarquista. Veamos alguna
noticia de Medina. El Motín, 29-11-1883:
“¡Oh, la fe, la fe!
Se puso enfermo un niño en Medina de Pomar, la familia se encomendó a
la Virgen del Rosario, el enfermo mejoró, y en agradecimiento regalaron un
cuadro a la Virgen. A las tres horas …
-
¿Murío el niño?
-
Precisamente.
-
Me dio en la nariz; que en esto
de los milagros soy un lince”
Otro artículo de El Motín del 24-12-1885:
“Medina de Pomar es uno de
los pueblos donde los carlistas tienen establecido centro de operaciones.
Durante el tiempo que la
guardia civil a permanecido alejada de la población, no han dejado la entrada
por la salida varios excabecillas carcas, celebrando frecuentes reuniones, ya
en casa de una beata amancebada, ya en los paseos, ya en los templos, y
repartiendo proclamas.
Lo clerizánganos les han
ayudado, como es consiguiente, lanzando anatemas desde el púlpito contra
ciudadanos honrados, solo por el hecho de ser republicanos, y hasta en las
procesiones han armado escándalos como el ocurrido en la tarde del 31 de
Noviembre último.
Al llegar una de esas
manifestaciones políticas, que llaman procesiones ellos, frente a la casa en
que habita Don Fermín Arnaiz, se detuvo, creo que intencionadamente, y el cura
Herrero (que entre paréntesis tal vez sea uno que cuando viaja se hace pasar
unas veces por procurador y otras por fabricante de harinas para poder bailar
libremente, armar jaleos y visitar ciertos lugares non santos, como
atestiguarían, si necesario fuere, en la fonda de Manzanares, Bilbao), el cura
Herrero, repito, dirigiéndose al balcón en que se encontraba el referido señor con
D. Pedro Cortazar casi dentro de la habitación, gritó groseramente:¡Eh!
¡Ese!¡Qué se quite el sombrero!; a lo cual respondió el aludido que se
encontraba en su casa.
Volvió el cura a insistir,
furioso ya; repitiéndole el otro lo mismo, y en esto sale del grupo un concejal
que hacía las veces de alcalde, e inducido por la clerigalla grito, enarbolando
el bastón de autoridad: En nombre de S.M. la reina regente, quítese V. el
sombrero.
Contestóle el Sr. Cortazar
lo mismo que al cura, citándole el artículo 11 de la constitución que amparaba
su derecho, y ya vacilaba el alcalde, cuando excitado nuevamente por los carcas
que llevaban la Virgen al hombro, exclamó dirigiéndose al pueblo: ¡Hijos de
Medina, ya lo veis: no quiere quitarse el sombrero!
Entonces el Sr. Arnaiz, viendo el giro que se
quería dar a la cuestión, se dirigió también al pueblo, en esta forma: Si el
señor alcalde trata de provocar un conflicto estando en nuestra casa, se
equivoca; después de lo cual y de varios murmullos, siguió su curso la
procesión.
El párroco, por de contado,
puso después en la iglesia a los dos republicanos, que no había por donde
cogerlos…”
EL PROGRESO
¿POR DÓNDE LLEGARÍA?
Si hubiesen llegado a realizarse una de
cada cinco líneas ferroviarias que
se propusieron durante aquellos años, las Merindades estarían ahora cruzadas
por ferrocarriles en los cuatro sentidos.
La
España, 16.01-1863:
“Los diarios vascongados confirman la noticia
de que los señores J. de Quintana y compañía, del comercio de Bilbao, tienen
solicitado del gobierno de S.M. la autorización competente para el estudio de
un ferro-carril que partiendo de dicha villa y cruzando las Encartaciones,
Valles de Mena y Montija, como igualmente los pueblos de Villarcayo, Medina de
Pomar y Oña, vaya a enlazarse con la línea general del Norte en Briviesca”.
En el diario La Época, del 9-01-1866, proponían que en vez de enlazar Santander
con Venta de Baños, a la altura de Reinosa se desviase por la Virga hacia
Medina de Pomar, para enlazar a la altura de Briviesca con el trazado que
estaba en curso de Burgos a Bilbao.
Incluso hubo un trazado de ferrocarril
fantasma. En el Día, 24-05/1894, ponía:
“La Diputación provincial
de Burgos ha concedido a los Sres. Brasonier y compañía la construcción de los
ferrocarriles de Bercedo a Burgos y de Aranda a Madrid, subvencionando con
1.250 pesetas cada kilómetro que construyan dentro de la provincia, exceptuando
los kilómetros comprendidos desde Medina de Pomar a Bercedo, que serán objeto
de contrato especial”.
Supongo que especial quería decir: no
realizables.
El 23-12-1841
El Constitucional facilitaba la noticia de que por fin salía a subasta el
camino real que unía Sante con Villasante. En todo la noticia no usaba la
palabra carretera.
En 1860 se aprueba un plan general de carreteras. En el mismo se definen como de primera,
segunda y tercera.
En
la provincia de Burgos consta sólo como carretera de primera: Irún-Madrid.
En
las Merindades figuran con de segunda los trayectos Burgos a Peñacastillo y
Logroño a Cabañas de Virtus.
Como carretera de tercera figura: Cereceda
a Laredo, por Medina de Pomar, Bercedo y Ramales.
En el Diario
de Avisos, el 25-07-1872, ponía el anuncio:
“Desde el día 6 de presente
mes el coche diario de Briviesca a Medina de Pomar y vice-versa, queda en
comunicación con el tren correo, saliendo de Briviesca media hora después de su
llegada.
La salida de Medina de
Pomar será a las nueve de la mañana, con objeto de enlazar con el tren que sale
de Briviesca a las cuatro de la tarde.
Los precios desde Briviesca
a Medina de Pomar y vice-versa serán de 32 reales cada billete, concediéndolos
30 libras de peso y el exceso se pagara a 5 reales arroba”.
Hablando de carreteras encontramos que el
27 y 28 de Octubre de 1880 se licitó la
de Medina a Villarcayo. Según avisaba el diario La Epoca, de 01-10-1880.
LA INDUSTRIA
El Diario de Avisos, el
13-05-1853, ponía:
“A la Lonja de la plazuela
de San Miguel, num.6, que se halla a la entrada de la calle del Conde Miranda, acaba
de llegar una partida de chocolate elaborada en los molinos hidráulicos de
Medina de Pomar, donde se han perfeccionado los sistemas hasta el día
conocidos, usando para tostar el cacao de un nuevo aparato por graduador, para
que al aire caliente reciba un molido igual y perfecto, conservando la canela
toda su fragancia; en las principales poblaciones de Castilla ha adquirido un
gran concepto por su calidad, y hallándose confeccionado con los mejores
artículos de que se compone, se espera que agrade al delicado y experimentado
público consumidor de esta corte, al que se servirá con los precios de 4,5,6,7
y 8 rs. Libra, y un surtido abundante”.
El 30-09-1853
en el Heraldo de de Madrid, apartado de agricultura consta:
“Visto el expediente
remitido por V.S. e instruido a instancia de D. Manuel San Martín, vecino de
esa ciudad, en solicitud de real autorización para construir un batán en el
término de Medina de Pomar, aprovechando el desaguadero de un cauce, que
corriendo entre la fábrica de Paz y compañía y el primer molino se pierde en el
rio Trueba; S.M. la Reina (Q.D.G.) conformándose con lo propuesto por V.S., el
ingeniero de la provincia, junta de agricultura y consejo provincial, y oído el
dictamen de la dirección general de obras públicas y la junta consultiva, se ha
servido conceder al interesado D. Manuel San Martín la real autorización que
solicita, sin perjuicio de los interesado. Y a fin de que la obra se ejecute
bajo la vigilancia del citado ingeniero de acuerdo al plano aprobado, lo
devuelvo a V.S., rubricado por mí, a los efectos consiguientes. …”
POR FIN SE HIZO LA LUZ
La
Correspondencia de España el 25/03/1892:
“en
Medina de Pomar se ha inaugurado solemnemente el alumbrado eléctrico”
Entiendo que se refiere al alumbrado público,
pues en Madrid Científico de 1897 la
noticia fue:
“En Medina de Pomar se
están haciendo los trabajos para la instalación de alumbrado por medio de la
electricidad”.
Conocemos, por los datos que los
descendientes aportan, que ésta fue la empresa Sociedad de Alumbrado Eléctrico
de Adúriz Martínez y Hermano. También sabemos que al año siguiente inició la
distribución a los particulares.
También en el año 1892 se inauguró el TELÉGRAFO. De acuerdo con La
Épòca, del 2-12-1892:
“NUEVAS ESTACIONES
TELEGRÁFICAS Y TELEFÓNICAS”
Durante los meses de
Septiembre y Octubre últimos, se han abierto al público, y como limitadas, las
siguientes estaciones:
Telegráficas.- … Espinosa de los Monteros, Medina de Pomar,
Villarcayo, Villasana de Mena, ….
SUCESOS
En el Diario
de Avisos del 14-08-1845 aparecía Francisco
Bustamante, estudiante, de Medina de Pomar y con domicilio en Hortaleza, 35
(entiendo en Madrid) como requerido por no haberse presentado en la primera
llamada para soldado.
Medina de Pomar siempre ha sido una villa
o ciudad afortunada en los sorteos de la Loteria
Nacional. En El Catolico de
14-03-1846, leo que de los 34 primeros premios, por encima de los 1.000
pesos fuertes, supongo moneda de entonces, a Medina le tocaron 2.000 en el
número 2.851.
La
Epoca, 05-03-1869:
“LA
IBERIA, que, como todos los periódicos, y quizás con más dureza que ellos, se
queja del mal servicio de correos, denuncia el peregrino hecho de que en la
administración de correos de Medina de Pomar se reparten periódicos entre los
amigos del administrador para que los lean y los devuelvan al día siguiente;
pero acontece muy a menudo que los tertulios se los guardan.
Ya no extrañamos que los
que pagan periódicos no los reciban, si los que no los pagan encuentran
administradores tan solícitos como el de Medina de Pomar para disponer de lo
que no le pertenece”.
La República, 07-08-1885, contaba brevemente:
“Ha sido devorado por un incendio el hospital de San Lázaro de Medina de Pomar, en donde se estableció un lazareto.
“Ha sido devorado por un incendio el hospital de San Lázaro de Medina de Pomar, en donde se estableció un lazareto.
Se cree que el siniestro no ha sido casual”.
Las Ferias en Medina siempre fueron un
gran acontecimiento que transcendió lo comarcal, aunque alguna vez tuvieron
algún contratiempo. Veamos La Epoca el 2-06-1892:
“La feria de la Ascensión
de la villa de Medina de Pomar (Burgos), que prometía estar animadísima en el
presente año, se deshizo inmediatamente a causa del temporal, Por tal motivo se
han verificado pocas transacciones.
Se presentaron a la venta
unos 1.500 bueyes de labor, 1.000 novillos próximamente de 3 años, 300 de un
año, 200 cerdos y unos 70 corderos.
Unos años después hubo otro desgraciado
incendio que recogieron los diarios El
Día y El Liberal, veamos este último del 30-01-1894:
“En el pueblo de Medina de
Pomar (Burgos) se declaró el domingo un voraz incendio, que causó la
destrucción completa de una casa y parte de la iglesia de San Felipe.
Después de grandes
esfuerzos pudo conseguirse dominar el incendio, y que no ocurrieran desgracias
personales”.
Muy ameno, aunque reconozco que siempre me resultan gratas de leer tus entradas.
ResponderEliminarYa en serio, es cierto el olvido de la história de los últimos 150 años de Las Merindades. De acuerdo que nuestro medievo es increible pero, salvo para la guerra de 1936-1939 (la cuarta civil en esos 150 años)no hay nada. Se nombran calles, con suerte, y punto.
Será que somos así y que el relumbrón del Bilbao del XIX y XX atrajo a muchos y nos ha cegado a los demás.
Un saludo